Locos x el mate Comunidad matera
En un decreto gubernamental también atribuía poderes mágicos a la infusión que hoy es una costumbre arraigada. 
El 20 de mayo de 1616, hace exactamente cuatro siglos, el gobernador de Buenos aires Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, hizo publicar un bando (decreto) en el que prohibía porque favorecía a “holgazanes” y a los “enamorados”, recuerda este martes el diario La Nación.
Hernandarias fue introductor del ganado en la Banda Oriental, pero no tuvo el mismo empuje pionero para promover la costumbre del mate.
Los guaraníes llevaban en unas pequeñas bolsas de cuero, llamadas guayacas, hojas de yerba mate triturada y tostada, que podían beber en infusión o mascar durante sus tareas cotidianas o en largas marchas.
Hernandarios llamó a la yerba mate “sugestión clara del demonio», «vicio abominable y sucio” el tomar la influsión.
La costumbre incluso había sido denunciado ante el Tribunal de la Santa Inquisición de Lima.
El decreto ordenó que «nadie en adelante fuese ni enviase indios a haber hierba a ninguna parte donde la haya, ni la traiga, ni traten ni contraten so pena de pérdida de ella, que se ha de quemar en la plaza pública».
También impuso multas de 100 pesos a los españoles, o 100 azotes si eran aborígenes, a quien «la metiere o quisiese meter en la ciudad».
El diagnóstico del gobernador es lapidario (y ortográficamente novedoso) : «Todos los españoles, hombres y mujeres, y todos los indios beben esta yerba, y cuando no tienen con qué comprarla dan sus calzones y frazadas, cuando le falta desfallesen y dicen que no pueden vivir. Todos los indios la toman antes que amanezca y todas las veces que la tienen cuando trabajan, aunque no coman, con la yerba se sustentan y se avivan las fuerzas para trabajar de nuevo», señala la descripción textual.
Los detractores de la yerba mate argumentaban que los hechiceros guaraníes aspiraban el polvo de las hojas de yerba como un narcótico que les permitía entrar en trance.
Los jesuitas, mucho más hábiles que el gobernante, también criticaban la yerba mate. Pero, en cambio, perfeccionaron los cultivos y luego se convirtieron en los primeros distribuidores monopólicos hasta que en 1767 fueron expulsados de las colonias españolas en América latina.
CON EL MATE ¡NO!
Fuente: Subrayado